Osteoartritis de la articulación de la rodilla.

Osteoartritis de la articulación de la rodilla, acompañada de movimiento limitado y dolor en la rodilla.

La articulación de la rodilla sufre una tensión regular. Correr y saltar, caminar y subir escaleras o simplemente estar de pie afectan el estado del tejido cartilaginoso de la rodilla. Si se altera el equilibrio en el cartílago, comienza el desarrollo de artrosis de la articulación de la rodilla (gonartrosis).

La gonartrosis es una artrosis que deforma la articulación de la rodilla y se acompaña de daño crónico a las superficies del cartílago hialino, así como a los huesos: el fémur y la tibia. Los síntomas de la enfermedad en la articulación de la rodilla son dolor que se intensifica con el movimiento. Debido a la acumulación de líquido en él, el movimiento es limitado. Posteriormente, se produce una limitación de los movimientos de la rodilla debido a una violación del apoyo en la pierna. El diagnóstico de patología se basa en la recopilación de la anamnesis y las quejas del paciente, los resultados de un examen visual y exámenes físicos de la articulación de la rodilla. Estos trastornos del sistema musculoesquelético relacionados con la edad aparecen en casi todas las personas en la vejez.

información general

La gonartrosis (del género latino articulatio - articulación de la rodilla) es la artrosis más común, que es una lesión progresiva degenerativa-distrófica del cartílago de la articulación de la rodilla de naturaleza no inflamatoria. Las mujeres y las personas mayores suelen sufrir gonartrosis. Pero después de lesiones durante deportes intensos, la gonartrosis ocurre incluso en personas jóvenes.

La causa de la artrosis radica en un cambio en la estructura del cartílago dentro de la articulación y no en el depósito de sales allí. En la gonartrosis, se producen depósitos de sal en el lugar donde los tendones están unidos al aparato ligamentoso, pero no pueden ser la causa de los síntomas del dolor. En primer lugar, aparecen grietas en el cartílago, que reducen el grosor en algunas zonas. Poco a poco, la carga se redistribuye, la articulación comienza a entrar en contacto con los huesos, acelerando el proceso doloroso. Como resultado, se producen los siguientes cambios en la articulación de la rodilla:

  • adelgazamiento del cartílago de la rodilla hasta su desaparición;
  • cambios en el líquido sinovial en composición y cantidad;
  • daño a los huesos de la rodilla debido a la fricción;
  • la aparición de osteofitos;
  • rigidez por compactación de la cápsula articular;
  • espasmo muscular.

Como resultado, la articulación de la rodilla se deforma y su movilidad se limita, lo que puede provocar discapacidad y pérdida de la capacidad para trabajar.

La osteoartritis de la articulación de la rodilla puede ser unilateral y afectar sólo a una rodilla de la pierna derecha o izquierda; en el caso de la artrosis bilateral, se ven afectadas ambas articulaciones de la rodilla.

Síntomas de artrosis de la articulación de la rodilla.

Los síntomas de la artrosis de rodilla pueden ser muy diferentes:

  • Al principio, aparece una ligera molestia al subir escaleras, luego el síndrome de dolor aumenta y atormenta incluso en reposo;
  • la rigidez ocurre por la mañana, al principio dura unos minutos, luego puede durar hasta media hora;
  • se produce un crujido agudo, que ya se acompaña de dolor en el segundo grado de daño;
  • la movilidad es limitada, es difícil doblar y enderezar la rodilla debido al dolor, la fricción ósea y el crecimiento de osteofitos, la articulación puede bloquearse en las etapas finales (anquilosis);
  • marcha inestable debido a atrofia muscular (reducción del volumen muscular);
  • deformación de la articulación de la rodilla debido al crecimiento de los huesos y cambios en su forma, la aparición de un proceso inflamatorio en los músculos y ligamentos aumenta la hinchazón alrededor de los tejidos de la articulación;
  • cojera como resultado de la progresión de la enfermedad de la articulación de la rodilla, en las últimas etapas, el paciente se ve obligado a caminar incluso con un andador.

La enfermedad de la artrosis comienza gradualmente. En la primera etapa de la gonartrosis, los pacientes experimentan ligeras sensaciones de rigidez y dolor al subir o bajar escaleras. Posible endurecimiento de la zona debajo de la rodilla. Son características las sensaciones de dolor inicial que surgen al estar sentado durante el inicio del ascenso. Cuando el paciente se aleja, el dolor disminuye, pero con el esfuerzo reaparece.

No hay cambios externos en la rodilla. A veces es posible la hinchazón y el desarrollo de sinovitis: acumulación de líquido con agrandamiento, hinchazón de la articulación, mientras se siente pesadez y el movimiento es limitado.

En la etapa 2, se produce un dolor intenso con el ejercicio prolongado y se intensifica al caminar. El dolor suele localizarse a lo largo de la superficie anterior dentro de la articulación. Después del reposo el dolor desaparece, pero al moverse reaparece.

A medida que avanza la artrosis, el número de movimientos en la articulación de la rodilla disminuye, cuando se intenta doblar la pierna tanto como sea posible, aparecen dolor y un crujido áspero y agudo. La configuración cambia, la articulación se expande. La sinovitis aparece con una acumulación aún mayor de líquido en ellos.

En la etapa 3, el dolor se vuelve constante y molesta no solo al caminar, sino también en reposo. Las sensaciones dolorosas aparecen incluso por la noche; para conciliar el sueño, los pacientes tardan mucho en encontrar una posición para la pierna. La flexión y extensión de la articulación son limitadas. A veces el paciente no puede estirar la pierna por completo. La articulación está agrandada y deformada. A veces, en los pacientes se produce una deformidad en valgo de las piernas, que adquieren forma de X o de O. Como resultado de la deformación de las piernas y el movimiento limitado, la marcha de los pacientes se vuelve inestable y se contonea. En casos graves de gonartrosis, los pacientes se mueven con ayuda de muletas.

Causas de artrosis de la articulación de la rodilla.

La mayoría de los casos de artrosis se producen por varios motivos. Estos factores incluyen:

  • Lesiones.El 25% de las gonartosis se produce por lesiones: daño de menisco, rotura de ligamentos. La gonartrosis generalmente ocurre de tres a cinco años después de la lesión; a veces, la enfermedad puede desarrollarse antes, después de dos o tres meses.
  • Ejercicio físico.A menudo, la gonartrosis ocurre después de los cuarenta años debido a los deportes profesionales y al estrés físico excesivo en la articulación de la rodilla, lo que conduce al desarrollo de cambios degenerativos-distróficos. Las carreras rápidas y las sentadillas intensas son especialmente peligrosas para las articulaciones.
  • Sobrepeso.El exceso de peso aumenta significativamente la carga sobre las articulaciones de la rodilla y provoca lesiones. La gonartrosis es especialmente difícil si existen trastornos metabólicos y venas varicosas.
  • Estilo de vida sedentario.

El proceso de desarrollo de la gonartrosis aumenta con la artritis, debido a la gota o la espondilitis anquilosante. El riesgo de gonartrosis es la debilidad genética de los ligamentos y la alteración de la inervación en enfermedades neurológicas.

Patogénesis

La articulación de la rodilla está formada por las superficies del fémur y la tibia. Delante de la superficie de la articulación de la rodilla se encuentra la rótula. Se desliza al moverse entre los surcos del fémur. Las superficies articulares de la tibia y el fémur están cubiertas por un cartílago hialino muy fuerte, liso y elástico de hasta seis mm de espesor. Al moverse, el cartílago reduce la fricción y actúa como amortiguador.

Hay 4 etapas de artrosis:

  • 1ra etapa.Hay una alteración en la circulación sanguínea en los vasos que alimentan el cartílago hialino. Su superficie se seca y aparecen pequeñas grietas, el cartílago pierde gradualmente su tersura, el tejido del cartílago se vuelve más delgado y, en lugar de deslizarse suavemente, se adhiere, perdiendo su cualidad de absorción de impactos. No hay síntomas visuales de artrosis, la radiografía muestra una ligera desviación.
  • 2da etapa.Se producen cambios en la estructura de los huesos y el área de la articulación se aplana para soportar cargas mayores. La parte del hueso que se encuentra debajo del cartílago se vuelve más densa. A lo largo de los bordes de la articulación aparecen manifestaciones de calcificación inicial de los ligamentos: osteofitos que en una radiografía se asemejan a púas; también es visible un estrechamiento de la brecha en la articulación. La cápsula sinovial de la articulación degenera y se arruga. El líquido de la articulación se espesa, su viscosidad aumenta y sus propiedades lubricantes se deterioran. El proceso de degeneración del cartílago se acelera, se vuelve más fino y en algunos lugares desaparece por completo. Después de su desaparición, la fricción en la articulación aumenta y la degeneración progresa bruscamente. Los pacientes experimentan dolor durante el ejercicio, al subir escaleras, al ponerse en cuclillas y al estar de pie durante mucho tiempo.
  • 3ra etapa.Las radiografías muestran un estrechamiento notable, a veces asimétrico, del espacio articular. Debido a la deformación del menisco, los huesos se deforman y se presionan entre sí. El movimiento en la articulación está limitado debido a la gran cantidad de osteofitos grandes. No hay tejido cartilaginoso. El dolor constante atormenta al paciente en reposo, es imposible caminar sin apoyo.
  • 4ta etapa.Los movimientos en la articulación de la rodilla son imposibles, las radiografías muestran una deformación completa del cartílago y destrucción de los huesos articulares, muchos osteofitos y los huesos pueden fusionarse entre sí.

Clasificación

Teniendo en cuenta la patogénesis de la enfermedad, se distinguen dos tipos: gonartrosis primaria – idiopática y secundaria. La primaria ocurre sin lesión, generalmente en pacientes de edad avanzada y es bilateral. La secundaria se desarrolla como resultado de enfermedades y trastornos del desarrollo o en el contexto de lesiones en la articulación de la rodilla. Puede ocurrir a cualquier edad y suele ser unilateral.

Diagnóstico

El diagnóstico de artrosis articular lo realiza un ortopedista o traumatólogo en una clínica médica.

  • La cita comienza con la recopilación de una anamnesis, las principales quejas y síntomas que preocupan al paciente. El médico descubre quejas, la presencia de enfermedades crónicas, lesiones pasadas, fracturas y lesiones y hace preguntas adicionales.
  • Tras el examen, se revelan características de movilidad, deformación y dolor de las articulaciones. En la etapa 1 de gonartrosis, el paciente no presenta cambios externos. En la segunda y tercera etapa se detecta deformación y endurecimiento de los contornos de las articulaciones, limitación de movimientos y curvatura de las piernas. Cuando la rótula se mueve, se escucha un crujido agudo. A la palpación, el médico detecta dolor en la parte interna del espacio articular. La articulación puede aumentar de tamaño. Se detecta hinchazón de la articulación. Al palpar la articulación, se siente una fluctuación.
  • El paciente es remitido para pruebas de laboratorio. Al realizar un análisis de sangre general, se detecta inflamación, mientras que una prueba bioquímica revela posibles causas de problemas.
  • A continuación, se requiere un diagnóstico instrumental del paciente. Para ello se utilizan rayos X. La radiografía es un método de diagnóstico que permite detectar signos de artrosis de rodilla: estrechamiento de la brecha articular, osteofitos y deformidades óseas. La radiografía de la articulación es una técnica que aclara el diagnóstico de cambios patológicos y la dinámica de la artrosis. Al inicio de la gonartrosis, los cambios no son visibles en las radiografías. Posteriormente se determina un estrechamiento del espacio articular y una compactación de la zona subcondral. La gonartrosis sólo se puede diagnosticar con radiografías y pruebas clínicas.
  • Hoy en día, además de la radiografía, para el diagnóstico de artrosis se utiliza la tomografía computarizada (TC), que permite estudiar en detalle los cambios óseos, así como la resonancia magnética (MRI), que permite evaluar visualmente el estado de la articulación y se utiliza para identificar cambios en el tejido muscular y los ligamentos.
  • Al realizar un examen de ultrasonido (ultrasonido), se evalúa el estado de los tendones, músculos y cápsula articular.
  • Se drena líquido de la articulación afectada para permitir que se inserte una cámara para ver el interior de la articulación (artroscopia).

Si es necesario, el médico prescribe estudios y consultas adicionales con especialistas más especializados.

Tratamiento de la artrosis de la articulación de la rodilla.

Los tratamientos para la artrosis se pueden dividir en tres grupos:

  • medicinal;
  • fisioterapia;
  • quirúrgico.

La artrosis es tratada por traumatólogos, reumatólogos y ortopedistas. El tratamiento conservador comienza en una etapa temprana. Cuando la artrosis empeora, los médicos recomiendan el máximo reposo para la articulación. A los pacientes se les prescriben los procedimientos necesarios: fisioterapia, masajes, fangoterapia.

Cuando a un paciente se le diagnostica enfermedad en etapa 1 y 2, se utilizan medicamentos y fisioterapia; si la lesión es extensa, se utiliza cirugía e intervención quirúrgica.

Tratamiento farmacológico

La administración adecuada de medicamentos puede detener el dolor y la inflamación, así como ralentizar el proceso de destrucción del tejido cartilaginoso. Por eso, es importante consultar a un médico lo antes posible.

Importante: no se automedique. Los medicamentos incorrectos, elegidos de forma independiente y sin consultar a un médico, sólo pueden agravar la situación y provocar complicaciones graves.

La terapia con medicamentos para la artrosis incluye tomar los siguientes medicamentos:

  • antiinflamatorio:aliviar la inflamación y aliviar el dolor en la articulación;
  • hormonal:prescrito cuando los medicamentos antiinflamatorios son ineficaces;
  • antiespasmódicos:ayudar a eliminar los espasmos musculares y aliviar la condición del paciente;
  • condroprotectores:mejorar los procesos metabólicos en la articulación y ayudar a restaurar la función articular, así como medicamentos que reemplazan el líquido sinovial;
  • medicamentos para mejorar la microcirculación: mejorar la nutrición y el suministro de oxígeno.

Dependiendo de cada situación específica, se utilizan tabletas, inyecciones intraarticulares de hormonas esteroides y formas locales de medicamentos. La selección de medicamentos la realiza el médico tratante. A veces, un paciente con artrosis es enviado a un sanatorio para recibir tratamiento y se le recomienda caminar con muletas o bastón. Para aliviar la carga en la articulación de la rodilla, se utilizan ortesis individuales o plantillas especiales.

Además, se utilizan métodos complejos no farmacológicos para tratar la artrosis:

  • fisioterapia (fisioterapia)que se lleva a cabo bajo la supervisión de un especialista;
  • cursos de masajeen ausencia de proceso inflamatorio;
  • efecto osteopáticoen el tratamiento de la artrosis, que tiene como objetivo no solo el área afectada, sino también restaurar los recursos de todo el organismo, ya que el proceso patológico que ocurre localmente en el área de la articulación es el resultado de muchos procesos que ocurren en el cuerpo en su conjunto. . Durante la sesión osteopática, se trabaja con el sistema musculoesquelético en su conjunto para lograr la máxima restauración de la inervación y movilidad en la columna, los huesos pélvicos, el sacro y eliminar la compresión de los nervios y vasos sanguíneos de todo el cuerpo.

Fisioterapia

Los métodos fisioterapéuticos se utilizan para mejorar la circulación sanguínea en la articulación, aumentar su movilidad y mejorar el efecto medicinal de los fármacos. El médico puede prescribir los siguientes procedimientos:

  • Terapia de ondas de choque:la ecografía elimina los osteofitos;
  • magnetoterapia:el campo magnético afecta los procesos metabólicos y estimula la regeneración;
  • terapia con láser:calentamiento con láser de tejidos profundos;
  • electroterapia (mioestimulación):descarga eléctrica a los músculos;
  • Electroforesis o fonoforesis:administración de condroprotectores y analgésicos mediante ultrasonido y corriente eléctrica;
  • ozonoterapia:inyección de gas en la cavidad articular.

Cirugía

Incluso con un tratamiento seleccionado adecuadamente, en algunos casos los métodos de tratamiento resultan ineficaces. Luego, al paciente con síndrome de dolor severo se le prescribe tratamiento quirúrgico y operaciones para la artrosis de rodilla:

  • endoprótesis:sustitución de toda la articulación por una prótesis;
  • artrodesis:sujeción entre los huesos para su inmovilidad, para reducir el dolor y darle a la persona la oportunidad de apoyarse en la pierna;
  • osteotomía:Cortar un hueso para colocarlo en ángulo en la articulación para reducir el estrés.

Si no es posible el reemplazo de la endoprótesis, se utilizan artrodesis y osteotomía.

Prevención

Las medidas de prevención y el cumplimiento de las recomendaciones del médico juegan un papel importante en la aparición de gonartrosis. Para ralentizar los procesos de degeneración articular, es importante seguir las reglas:

  • realizar actividad física especial: fisioterapia y gimnasia sin cargas articulares innecesarias;
  • evitar la actividad física extenuante;
  • elija zapatos ortopédicos cómodos;
  • Controle su peso y su rutina diaria: alterne ejercicios especiales y tiempo para descansar.

Dieta

El estado del cartílago afectado depende en gran medida de la nutrición. En caso de artrosis, es necesario excluir:

  • bebidas carbonatadas;
  • bebidas alcohólicas;
  • alimentos grasos y demasiado picantes;
  • conservas y productos semiacabados;
  • productos con colorantes, conservantes, saborizantes artificiales.

La dieta debe contener: proteínas, ácidos grasos, por ejemplo, omega-3, colágeno, que se encuentra en la gelatina. Es necesario comer sin aumentar el peso corporal.

Consecuencias y complicaciones.

La osteoartritis de las articulaciones de la rodilla se desarrolla lentamente, pero si no se trata, surgen complicaciones graves:

  • deformación articular y cambio en la configuración general de la rodilla debido a la reestructuración muscular y curvatura de la estructura ósea;
  • acortamiento de las extremidades inferiores;
  • anquilosis – inmovilización completa de la articulación de la rodilla;
  • daño al sistema musculoesquelético.